Por Ángela Medrano.
Cerrar el año contable en una entidad pública no es simplemente un trámite administrativo.
A la presión de los plazos se suman la complejidad normativa, los posibles errores acumulados y la necesidad de cumplir sin falta con todos los requisitos del Ministerio. Lo saben bien los interventores, secretarios, tesoreros y técnicos de gestión que cada enero cruzan los dedos para que todo cuadre… y a tiempo.
Para responder a esa necesidad, Berger-Levrault ofrece un servicio de cierre contable especializado para el sector público, con una propuesta clara de colaboración basada en la confianza. y en nuestra especializada experiencia en el sector público contando así con todas las garantías.
“Nuestro trabajo consiste en que el cierre no te quite el sueño”, resume Antonia Caro, responsable funcional del servicio.
Desde la revisión previa de datos, pasando por la ejecución del cierre, la validación del asiento de apertura de la contabilidad, hasta el asesoramiento durante todo el proceso, el servicio cubre todas las fases más críticas. Y no se queda ahí. Si la entidad lo solicita, también puede incluir apoyo en la apertura del presupuesto, consolidación de Cuentas Anuales o en la rendición de cuentas.
Todo se hace de forma remota, segura y con un consultor asignado exclusivamente a la entidad. “Un cliente, un consultor. Sin pasar por ventanillas intermedias”, subraya Antonio Plata, responsable comercial del servicio.
La experiencia acumulada con más de 150 entidades públicas nos ha permitido conocer y extraer lo que funciona. De ahí nace un decálogo claro: programar validaciones automáticas, corregir incoherencias con antelación, tener actualizado el inventario, anticipar operaciones 413, grabar ajustes extrapresupuestarios, verificar remanentes… todo está pensado para evitar los posibles obstáculos y cuellos de botella cuando llega la hora de la verdad.
“El 95 % de quienes contratan el servicio repiten cada año. Los datos de satisfacción superan el 9 sobre 10”, apunta Caro.
El servicio permite una reducción drástica de incidencias, garantiza la liquidación en tiempo y forma, asegura el cumplimiento normativo, optimiza el trabajo con un notable ahorro de recursos técnicos internos y, sobre todo, aporta algo cada vez más valioso: tranquilidad operativa y emocional para los equipos responsables.
“Para eso estamos nosotros”, responde Manuel, técnico experto en el servicio. “El cliente no queda solo. Si aparece un bloqueo, incoherencia o error, actuamos en el momento y con conocimiento de causa. Lo resolvemos sin dispersar la información”.
Además, el seguimiento no termina con el asiento final. El consultor continúa disponible si el cliente necesita aclaraciones, apoyo posterior o preparar la remisión al Ministerio o al Tribunal de Cuentas.
El servicio de ayuda para el cierre contable está pensado para entidades locales, diputaciones y organismos públicos, sea cual sea su tamaño. Se adapta según estructura, volumen de datos y nivel de soporte requerido.
Se puede solicitar directamente a través de:
Una vez sabido del interés, el equipo de Customer Success prepara una oferta personalizada y coordina fechas. En muchos casos, el cierre se completa en una única jornada, gracias a la preparación previa y a la experiencia del equipo.
“Lo ideal es que el cliente nos dé los datos… y se olvide. Nosotros nos encargamos del resto”, señala Plata.