Mejoras de las infraestructuras digitales de conexión con las Entidades Locales y Autonómicas, así como impulso del programa de Territorios inteligentes El camino hacia la digitalización de los territorios Las zonas rurales de la UE albergan a 137 millones de personas, lo que representa casi el 30% de su población y más del 80% de su territorio. Los cambios sociales y económicos de las últimas décadas están afectando a las zonas rurales. El objetivo es abordar los desafíos y preocupaciones que surgen de esos cambios, aprovechando también las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19. Se buscar mejorar la calidad de vida en las zonas rurales, lograr un desarrollo territorial equilibrado y estimular el crecimiento económico. En la orientación más territorial (y rural) se pone en énfasis la necesidad de llevar las tecnologías y la gestión inteligentes a pequeñas ciudades y pueblos. La Declaración de Bled reconoce que “la economía digital rural, si se desarrolla de forma innovadora, integrada e inclusiva, tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de la población rural y, por lo tanto, de enfrentar el actual despoblamiento y la migración desde las zonas rurales. Nosotros/as consideramos que la preparación de las futuras políticas europeas y nacionales son una oportunidad para desarrollar el enfoque de los Territorios Rurales Inteligentes (Smart Villages). Las Smart Villages tienen el potencial de aumentar la cohesión social y económica y mejorar la igualdad de nuestras sociedades” Por otro lado, en la presentación el 30 de junio de 2021 de la Visión Rural a largo plazo, la Comisión Europea nos adentra hacia una Europa más fuerte, conectada, resiliente y próspera, y anuncia la creación de un mecanismo rural de garantía («rural proofing»), por el que se evaluarán las principales políticas de la UE desde una perspectiva rural. La tendencia tecnológica de España, por lo tanto, se adentra en dar respuesta al incremento exponencial de población en las ciudades dando soporte a los modelos de Ciudades Inteligentes, pero sin perder de vista la prioridad 6 de impulso a la democracia europea para 2019-2024. La despoblación de las zonas rurales es uno de los grandes retos que se plantean y que se sitúa en el contexto de una Europa adaptada a la era digital (Digital Age) y a un Pacto Verde Europeo (European Green Deal), así como al plan de recuperación para Europa. En España, la Agenda Digital incluye como proyectos tractores para la digitalización de los servicios públicos, la mejora de las infraestructuras digitales de conexión con las Entidades Locales y Autonómicas, así como el impulso del programa de Territorios inteligentes, con lo que se pretende mejorar las aplicaciones digitales de conexión e impulsar las iniciativas de Territorios Inteligentes/Smart Cities para facilitar una prestación inteligente de los servicios públicos a lo largo del territorio, con especial atención al ámbito local y rural. Por último, no podemos perder de vista a la futura PAC (Política Agraria Común) que, entre sus estrategias, quiere amparar a los pueblos inteligentes. El pasado 6 de diciembre de 2021 se publicó en el Diario oficial de la Unión Europa los tres reglamentos que regirán la Política Agraria Común 2023-2027, donde se hace mención – en su primer reglamento - a los Pueblos Inteligentes. La vida rural no es solo la agricultura, se trata también de sus habitantes, de la gestión de los pequeños municipios, de sus tradiciones, de su movilidad, de la sanidad, de la industria más endógena; y por lo tanto no deben ser abordados sólo desde la brecha social, sino también desde el plano digital. La digitalización favorece la prestación de servicios en el ámbito territorial desde tres enfoques: • Servicios integrados: Generando oportunidades en espacios compartidos en los territorios, buscando la colaboración y cooperación y la coproducción. • Servicios alternativos: Acercando la movilidad global al territorio y buscando el concepto radial en esa clara conexión rural-urbano y provocando nuevos servicios. • Soluciones rurales digitales: Desarrollando infraestructuras de banda ancha, generando oportunidades para garantizar el uso de los servicios digitales (seguridad, privacidad y utilización) y la democratización y alfabetización digital. Nos encontramos ante una tendencia tecnológica en clave de digitalización territorial y rural, donde por una vez no sólo se hable de conectividad y de despliegue, sino que en la necesidad de generar casos de usos reales, y no en forma de pilotos experimentales, posibiliten la transformación real. Tanto la digitalización del territorio (Smart Villages) como el sector primario (Smart Agro). Digitalización basada en servicios y soluciones para las personas Los pueblos inteligentes se basan en las personas, en comunidades que toman la iniciativa para encontrar soluciones prácticas a los problemas y sacar el máximo partido a las oportunidades en un ejercicio amplio de empoderamiento La ‘Rural Digital Futures’ de la Comisión Europea propone un conjunto integrado de acciones para impulsar la transformación digital sostenible de las zonas rurales, aumentar su atractivo para que las personas y las empresas se queden o regresen: Las Smart Villages no es sólo la implementación de tecnología en pueblos: el concepto es mucho más amplio. Aplica a comunidades innovadoras que toman la tecnología como apoyo en el proceso amplio de la transformación digital, social y económica y dando respuesta a los objetivos de sostenibilidad global del planeta. Los modelos y enfoques empresariales, como los servicios electrónicos, las soluciones de servicios móviles, las asociaciones público-privadas, las empresas sociales, las industrias culturales y creativas, así como las cooperativas, pueden ayudar a llegar a las zonas menos pobladas y, en general, son un factor clave para el desarrollo socioeconómico rural. Mejoras de las infraestructuras digitales de conexión con las Entidades Locales y Autonómicas, así como impulso del programa de Territorios inteligentes Se mejorarán las aplicaciones digitales de conexión con las Comunidades Autónomas y Entidades Locales, en colaboración con Comunidades Autónomas uniprovinciales, Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos Insulares (ej., tramitación ágil de subvenciones para paliar los daños acaecidos en infraestructuras locales ocasionadas por episodios naturales catastróficos). Además, se prestará colaboración con aquellas Entidades Locales que por su menor entidad poblacional disponen de soportes materiales y personales limitados. También se impulsarán iniciativas de Territorios Inteligentes/Smart Cities con el objetivo de facilitar una prestación inteligente de los servicios públicos a lo largo del territorio, lo cual redundará en una mejora de la calidad y eficiencia en la prestación de los mismos, con especial atención al ámbito local y rural. Aquí jugarán un papel importante, como agregadores de tecnologías, las Diputaciones, Cabildos y CCAA según el caso (p. e. plataformas de gestión provincial, de recursos, etc.)