El papel esencial de la tecnología para la consecución de un desarrollo sostenible En el año 2015, Naciones Unidas organizó una cumbre para presentar la denominada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El objetivo de esta estrategia era contribuir a la construcción de un mundo mejor. Para ello, se idearon 17 objetivos que se pueden resumir, principalmente, en: erradicar la pobreza extrema, hacer frente a la desigualdad y la injusticia y establecer medidas en la lucha contra el cambio climático. Para la consecución de esos objetivos, la tecnología ostenta un papel esencial y transversal. Naciones Unidas considera que las TIC tienen múltiples oportunidades para la creación de una economía mundial que acelere el crecimiento, aumente la competitividad y promueva el desarrollo respetuoso con el medio ambiente; además de reducir la pobreza y la integración de todos los países en la economía global. De hecho, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT, por sus siglas en inglés), la agencia de la ONU especializada en Tecnologías de la Información y Comunicación ha informado sobre la pertinencia de las TIC para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En un reciente informe detalla las múltiples posibilidades que guardan las innovaciones tecnológicas en relación con los diferentes ODS. Concluyentemente, la revolución digital es clave para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, como ha puesto de manifiesto la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Las TIC ostentan un papel facilitador o de apoyo para alcanzar los retos propuestos por la organización internacional, pudiendo obtener unos resultados aceptables a velocidad considerable, con calidad, precisión y un bajo coste. Algo inimaginable hace décadas. Mediante las tecnologías de la información y la comunicación, los Estados pueden lograr cumplir los ambiciosos ODS siempre que exista una buena planificación y organización. Lejos de ver inconvenientes en las innovaciones tecnológicas, éstas pueden contribuir de manera notable a alcanzar los desafíos propuestos, en especial, en atención sanitaria, educación, economía, comercio, gobernanza y agricultura; así como en la reducción de la pobreza, la lucha contra el hambre y el cambio climático, o mediante la creación de nuevos puestos de trabajo. Fuente: INAP Artículo completo en este enlace